domingo, 13 de febrero de 2011

Causa y efecto.


Estaba dejándome estar oyendo el tiempo caer en los relojes de arena, mirando un instante partir y otro llegar, pensando en tu amor. Tu amor que viene y que va siguiendo las estaciones, tu amor es causa y efecto de mis canciones. La vida cabe en un clic, en un abrir y cerrar, en cualquier copo de avena. Se trata de distinguir lo que vale de lo que no vale la pena. Y a mí me vale con que me des poco más que nada. A mí me basta con una de tus miradas...

(Pensando, estaba pensando, por la ventana de aquel bar, mirando a la gente afuera ir y venir y juraría que te vi, aunque sé que estás a un año luz de mí...)

martes, 8 de febrero de 2011

Te recuerdo, invierno.


Te recuerdo invierno ahora que estoy sola y me acuerdo del sol que no brillaba, de tu mano helada, cuando el viento hería tu cara y la mía. Por el parque húmedo de rocío íbamos los dos. Te esperaré de pie cuando el frío te traiga aquí, otra vez como antes. Solamente puedo esperar tu vuelta, por el parque húmedo de rocío íbamos los dos.




Por el parque húmedo de rocío, te veré venir...

domingo, 6 de febrero de 2011

Tantas manos.


Que yo no soy, que es él, que yo actué bien y el no. Ah no, de acá yo no me muevo. Que por cuestión de piel, de sexo, religión, tus zapatos no me los pruebo. ¿A quién le vamos a tirar una pared cuando ya no nos quede nadie? Tal vez un perro fiel a cambio de comer soporte hasta lo insoportable. Temiendo ser peor, temiendo ser mejor, temiendo al fin, siempre temiendo. Viviendo en el ayer, aletargando el hoy. Sí, Victor, sí, sobreviviendo. Juzgando al por mayor, te alejás más y más del juicio que más importa que es el juicio interior, que es el que hay que afrontar siendo parte de esta torta. La tribu dice el groove de un riff, ciento por ciento a la paz de la nicotina. Hipocondria maternal y paternal, hereditaria vitamina. Los placeres te acortan la correa y vos que te pensás un indomable. ¿Qué gracia tiene andar por esta sociedad jactándose de insobornable? Si como un pulpo vas tirando piedras, no hay donde esconder tantas manos..
Es mejor asumir la cobardia de huir a la responsabilidad de vivir.
No importa cuanto me puedas alejar de la realidad, yo siempre vuelvo. Psicologia infernal, picante dulce y sal pero despierto y ya no vuelvo. Pasado el tiempo al fin el espejo devuelve una imágen más familiar. Voy eligiendo a gusto y alternando puede haber picante dulce y sal. Me bato a duelo con quien diga que voy bien porque hay rachas en la vida. Soy grande y que señor no vaya a confundir la soberbia con la autoestima que la soberbia mira desde más arriba y no llora penas ajenas, en cambio el autoestima se transmite y contagia a cualquier persona buena.

viernes, 4 de febrero de 2011

Lo peor ha pasado...


Si alguna vez he dado más de lo que tengo me han dado algunas veces más de lo que doy. Se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo y puede que no exista el sitio a donde voy. A las buenas costumbres nunca me he acostumbrado, del calor de la lumbre del hogar me aburrí. También en el infierno llueve sobro mojado, lo sé porque he pasado más de una noche allí. En busca de las siete llaves del misterio, siete versos tristes en una canción, siete crisantemos en el cementerio, siete negros signos de interrogación. En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas y muchas golondrinas huyen de la ciudad. El asesino sabe más de amor que el poeta y el cielo está cada vez más lejos del mar. Lo bueno de los años es curan heridas, lo malo de los besos es que crean adición; ayer quiso matarme el hombre de mi vida, apretaba el gatillo... cuando se despertó. Me enamoro de todo, me conformo con nada; un aroma, un abrazo, un pedazo de pan. Y lo que buenamente me den por la balada de la vida privada... de fulano de tal.